1909

Nace Joseíto Núñez en Guane, Pinar del Río, Cuba. En un año más de su natalicio nos corresponde recordar a uno de los cantantes del verdadero son cubano en su florecimiento. Su carrera profesional da el arranque en diversos sextetos y septetos de son como el Septeto Pierrot, el Sexteto Candado y el Septeto Los Siboneyes donde fungió como tresero y cantante, mostrando visos de una buena voz tenorina. Con la explosión del danzonete y el fenómeno de orquestas tipo charanga en los años treinta, se perfiló como gran cantante de danzones al lado de la Charangas de Tata Pereira, la de Antonio María Cruz, y la orquesta de Armando Valdespí en reemplazo de Pablo Quevedo, el famoso divo de la voz de cristal.

Posteriormente se encuentra encumbrando su carrera al lado de la Charanga del extraordinario flautista Belisario López donde ganó popularidad en famosas emisoras como Radio Progreso, CMQ y RHC-Cadena Azul a través de títulos como “Pobre Lucumí”, “Todo para tí”, “Noche de comparsa”, “Lejos de tu querer”, “El cadete constitucional”, “Evocación de ayer”, “Yaguarama”, “Cuatro personas”, “Convergencia” -de Bienvenido Julián Gutiérrez y Marcelino Guerra en una de las primeras versiones de este bolero-, y “Caprichito de verdad”. Lo que quiere decir que no solo se potenció como cantante de danzones, si no como gran bolerista. Posteriormente estuvo como cantante invitado en la Orquesta Típica Gigante de Isolina Carrillo, hizo una pasantía en otra agrupación escuela del son como el Septeto Carabina de Ases, y después conformó la Orquesta Típica Modelo de la cual fue miembro fundador. A mediados de la década del cuarenta hace aparición con el Conjunto de Arsenio Rodríguez interpretando el son montuno “No hay yaya sin guayacán”, y realizó diferentes dúos vocales con Miguelito Cuní. Y mediando la siguiente década, da el salto hacia el Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro, donde pudo consolidar un legendario trío vocal al lado de Bienvenido León y Carlos Embale. Allí inscribió su nombre en la historia del famoso septeto hasta el último de sus días, cuando fallece a la edad de 69 años.

Joseíto Núñez

1927

Por medio de escritura pública establecida por la Sociedad Nacional de Músicos de La Habana, Cuba, se establece esta fecha como la fundación del Sexteto Nacional de Ignacio Piñeiro. Este día, el gran músico Ignacio Piñeiro Martínez inscribe ante la gobernación de La Habana y el ente regulador, la agrupación que sería conocida como el sexteto de sones más emblemático de la historia de la isla cubana. Piñeiro, ya con 38 años de edad y cierto bagaje musical, pues ya había grabado cierto número de piezas musicales para el sello Columbia Records, y había hecho parte de agrupaciones como el Sexteto Occidente, conformó una agrupación llamada Sexteto Habana Sport en la que fungía como contrabajista y director, y habían elementos de La Habana y de Santiago de Cuba. Para evitar extranjerismos y problemas contractuales futuros con la famosa Academia Habana Sport de Benito Vega, la agrupación tomo el nombre de “Sexteto Nacional”.

En ese momento, la agrupación contaba con un registro de 30 obras musicales plasmadas en placas de 78 rpm, algunas de ellas: “Viva el bongó”, “Mamá se quema la maya”, “Reliquias de amor”, “Contestación a Aurora”, “Una noche de conga”. En estas grabaciones grabadas sin trompeta, participaron José Manuel Carrera Incharte “Chino” (bongó), Alberto Villalón Morales (guitarrista) -recordado por componer la famosa pieza “Boda Negra”-, Francisco González Solares (tres), Bienvenido León (voz segunda-barítono-maracas), Juan de La Cruz Hermida (voz primera-tenor-mánager de la agrupación), Abelardo Barroso Dargeles (voz guía-claves) e Ignacio Piñeiro Martínez (contrabajista y director). Al regreso de la agrupación de la ciudad de Nueva York, se hace efectivo este registro, y en el acta aparecen relacionadas 16 personas como “Sociedad Sexteto Nacional”, registrada el 13 de Diciembre de 1927 y sancionada el 27 de Diciembre de 1927 por el Señor Antonio Ruíz, gobernador provincial de La Habana. Este expediente tiene como número de registro de entrada 16066, anexando al libro 18, folio 268, número 6481, sección 1, documento que reposa actualmente bajo custodia en el Archivo Nacional de la República de Cuba. La ampliación de Sexteto a Septeto, se da después de este registro en vista que el sonido de el son atraía muchas más multitudes cada vez, y así quedó inmortalizada esta agrupación por los siglos de los siglos.

Sexteto Nacional de Ignacio Piñeiro

1927

Nace José Antonio Reyes Carbonell “Pepe Reyes” en Palma Soriano, Provincia de Oriente, Cuba. La isla tuvo en Pepe Reyes a un cantante al que poco se le ha brindado reconocimiento, de una voz talentosa y andariega. Sus primeros pinos los realiza en La Habana para la década de los cuarenta en diferentes radioemisoras, hasta que inscribe su nombre en la Radioemisora CMQ acompañando a la Orquesta Tropicana de Alfredo Brito, lo que le abre puertas en otros duales como el de la Mil Diez y la RHC-Cadena Azul. Posteriormente como voz acompañante pudo respaldar a artistas y agrupaciones como el Cuarteto de Orlando de la Rosa, la orquesta de Adolfo Guzmán, Olga Rivero, la orquesta de Armando Romeu, la Sonora Matancera, el conjunto de Luis Santí, el Conjunto Rey de Reyes del Niño Rivera, Los Cavaliers, y una agrupación propia que bautizó como Combo Antillano.

Después de esta interesante trayectoria en Cuba, en plena fiebre del movimiento “feeling” en el que su timbre de voz tuvo gran destacamento, se aventuró a presentarse a la Radioemisora XEW en México, y después, por cuestiones del destino, recala en nuestra Colombia, haciendo aparición en “La voz de Antioquia” y en diferentes agrupaciones colombianas como la orquesta de Pacho Galán, la Orquesta A#1 de José Pianetta Pitalúa en Barranquilla. Posteriormente, en el albor de los años sesenta recaló en Buenos Aires, Argentina, ganándose la vida con su prodigiosa voz filinera, que lo llevó a giras por otros países como Estados Unidos, y en Sudamérica por tierras ecuatorianas, uruguayas y chilenas donde grabó con otras agrupaciones como la Sonora Pachanguera, la orquesta del tecladista Miguel Loubet, la Orquesta de Armando Patrono, la Orquesta de Luis Retamal Flores y la de Jorge Leone. Pepe Reyes pudo afrontar de igual manera el repertorio filinero de sus dos más grandes autores (José Antonio Méndez y César Portillo de La Luz), así como los sones, boleros y guarachas. Compartió tarima con grandes figuras como Moraima Secada, Omara Portuondo, Xiomara Alfaro y Celia Cruz. Se radicó finalmente en Chile donde falleció a la edad de 53.

José Antonio Reyes Carbonell “Pepe Reyes”

1938

Nace Jorge Berroa del Río en La Habana, Cuba. Compositor. Cifró su trabajo mayoritariamente en la música vocal, y la música para teatro y cine. Es director de la Comisión de Extensión Cultural de la Universidad de La Habana y ha laborado en la empresa de Grabaciones y Ediciones musicales (EGREM). Realizó su formación académica en el Conservatorio Amadeo Roldán y a partir de allí realizó transcripciones de cantos folklóricos de diferentes etnias africanas, así como investigaciones sobre este tema. Su trabajo autoral comenzó con la pieza “Un hombre ha pasado” para cantante soprano y piano, prosiguió con “Miguel Matamoros in Memorian” para soprano y grupo instrumental, y llegó a plasmar en grabaciones títulos como “Décimas contemporáneas” para soprano, “Lamento”, “Shake dramático” para actor, soprano y grupo instrumental; “Lo antiguo y lo moderno”, “Proporciones para explicar la muerte de Ana” con textos del poeta Nicolás Guillén, y “El son de la discusión” para ópera infantil.

Jorge Berroa del Río

1970

Fallece Eduardo Armani en Buenos Aires, Argentina. Violinista  y líder orquestal argentino de especial recordación en el acervo musical de nuestro país dado el gran lazo musical que estableció a través de nombres como Lucho Bermúdez, Jorge David Monsalve “Marfil”, Pacho Galán y José Barros, que enriquecieron buena parte de su accionar musical. Inicia estudios musicales en el Conservatorio Santa Cecilia hasta sus 15 años complementando después su formación de manera empírica, llegando a actuar como violinista acompañante de las presentaciones de la gran bailarina Isadora Duncan en el Teatro Ópera de Buenos Aires, y la bailarina rusa Anna Pavlova en el Teatro Coliseo, hechos que le brindaron gran reconocimiento en Sudamérica. Se instala en las lides del tango junto a orquestas como las de Francisco Lomuto, Juan Carlos Cobián, Francisco Canaro y la Orquesta Típica Victor, aportando composiciones como “Un capricho”, “No olvidarás”, “Brasil” y “Normiña” cuya letra aportó el gran Carlos Gardel. La mayor parte de sus registros discográficos fueron publicados por la disquera Odeon, en un amplio catálogo que comprendía música clásica y popular, pero Armani mostraba una gran inclinación por el jazz, y es así como instaura una de las primeras orquestas sinfónicas de su patria, además de su unión con el pianista René Cóspito, creando la orquesta Jazz Cóspito-Armani Band grabando para el sello RCA Víctor.

Para 1933 erige lo que fue su propia orquesta de Jazz que se posicionó en las altas esferas sociales de todo el Mar del Plata, agrupación que contó con músicos como el ya referido cantante Jorge David Monsalve “Marfil” quien grabó el tema “El vendedor de cocos”, el cantante Eduardo Farrell, el pianista José Tieri, y Dionisio Tomás “Eddy” Gaitán, quien emigrara a Cuba donde se convirtió en productor para las discográficas EGREM y Areíto. La orquesta de Armani se destacó como la gran importadora de nuestros ritmos en el sur del continente, acogiendo en su repertorio grandes porros y pasillos como “Marbella”, “Caracolí”, “Kalamary”, “Ciudad porteña”, “Borrachera”, “Muchachas colombianas” de Lucho Bermúdez, “Playa” de Rafael Campo Miranda, “Las pilanderas” de José Barros, “San Pedro en el Espinal” de Milciades Garavito, “Guabina chiquinquireña” de Alberto Urdaneta, “Cuidado con el tiburón” de Jorge Monsalve “Marfil”, “Tócame el trombón” de David Nieto, “La buchaca” de Pedro Salcedo, etc. Otra de las facetas exitosas de Armani fue en el cine, donde tuvo cabida en diferentes repartos y en la musicalización de varias cintas. Hizo uso del buen retiro para el año 1963 tras una vida dedicada a la música popular y el jazz, falleció a sus 72 años de edad.

1985

Fallece Alfonso Bruschetta Carral “Alfonso Brusqueta” en Ciudad de México. Cantante mexicano bautizado como “La voz del secreto” en la radioemisora XEW, toda vez que su voz era suave y tierna. Alfonso fue hijo de un inmigrante italiano y su madre, mexicana, tuvo que dejarlo a él y a su hermano Arturo en un hospicio. Otra hermana, Angelina, -posteriormente la segunda esposa de Agustín Lara- quedó a cargo de una familia de apellido Rábago que la educó en el colegio Francés de la Ciudad de México. Alfonso vivió posteriormente en varios lugares como Torreón, Coahuila y Puruándiro, Michoacán.

Alfonso decide probar suerte en la XEW, recordando que alguna vez su cuñado Agustín Lara lo había animado a probar suerte como cantante. Pudo formar parte del elenco del programa “La Hora Azul”, en donde el locutor Pedro de Lille lo bautizó con el seudónimo de “El Cancionero del Secreto”. En 1936 grabó sus primeros discos de 78 rpm con la disquera Peerless, y en ese mismo año participó en el filme “La llaga”, en el que interpretó la canción tema “Ya te perdoné”, con la que alcanzó un gran éxito. Después participó en otras emisoras como la XEFO y la XEB. Retornó a la XEW y finalmente participó en la XEQ. En 1949 formó el dueto Alma Criolla con Adolfo Sánchez Marín, y también formó parte del Trío Argentino. Falleció a la edad de 77 en la capital mexicana.

Fuente: https://www.elcuerpoaguanteradio.com.mx/programa-28-de-noviembre-2014-alfonso-bruschetta-nacio-hace-106-anos/

Alfonso Bruschetta Carral “Alfonso Brusqueta”

1996

Fallece Mario Fernández Porta en Miami, USA. Pianista y compositor, autor de la reconocida pieza “Mentiras tuyas” popularizada por Rolando Laserie. De formación empírica en el piano, comenzó como cantante y bailarín en diversos espectáculos en México bajo la dirección de Luis Riera. En suelo cubano fue dando a conocer su trabajo como compositor y pianista en varias radioestaciones cubanas como La Loma del Mazo, Radio Progreso y la C.O.C.O. La primera composición que le interpretaron fue “La canción de mi amor” por parte de María Ciérvide, allí se alzó su popularidad como compositor llegando a ser uno de los más solicitados en orquestas locales y foráneas.

Mario hizo parte del circuíto de grandes compositores que le dieron alma y cuerpo al nuevo estilo del bolero y la música popular cubana a partir de la década del cuarenta, tanto que fue proclamado en 1945 el Compositor del año según el espectáculo cubano. En México donde ya tenía altos niveles de popularidad actuó como crooner de la orquesta de Gonzalo Curiel Barba, allí también grabó con la Orquesta Tropical Maravilla y su propio conjunto. De regreso a cuba graba como cantante con la orquesta de Julio Gutiérrez, el cuál también dirigía la agrupación del Canal 4 donde le dio chance a Mario de presentar un cuarteto vocal, posteriormente continuó gestando composiciones, realizando presentaciones en cabarets, hoteles, restaurantes, y grabando producciones discográficas como solista. Tiempo después pisa suelo puertorriqueño donde deja una grabación con la orquesta de Humberto Suárez. Mediando la década de los sesenta se radica en Miami donde continuó en actividad por varios años más, y donde falleció el 13 de Diciembre de 1996 poco antes de cumplir los 79 años de vida. Otros títulos de su valioso legado son: “Qué me importa”, “No vuelvo contigo”, “Fuiste tú”, “Vuelvo a querer”, “Contéstame al fin”, “Llegaste”, “Anoche me quisiste”, “Mi desesperación”, “En tu intimidad”, “Enemigos”, “Qué lástima me da”, “Aunque nunca”, “Franqueza”, “Mensajera canción”, “Pasión tropical”, “Para Cuba yo traigo un son”, y la guaracha “Triquitriqui-triquitrá”.

Mario Fernández Porta

2014

Fallece Cresencio Camacho Olivo en Cartagena de Indias, Colombia. Cantante colombiano oriundo de la población de Villanueva en el departamento del Bolívar, gran exponente de la música tropical. Fue uno de los pioneros en plasmar estas sonoridades en diferentes grabaciones que fueron después retomadas por otras estrellas de la música colombiana. Hijo de don Rafael Camacho y doña Ana Isabel Olivo, tuvo en Nelson García, su primo materno, y a su hermano Francisco como sus motivadores para deslizarse por el camino de la música, pues tocaban la trompeta y la guitarra, respectivamente. Tras estudiar hasta quinto de primaria, y con ciertas dotes vocales, conformó junto a Pedro Batista una agrupación conocida como El Rebusque, amenizando diferentes lugares de la ciudad amurallada. Después de cumplir con su servicio militar, forma un sexteto junto a su amigo Andrés Pedroza, en donde cantaba y tocaba las maracas.   Posteriormente, continúa su carrera con diferentes agrupaciones del espectro musical colombiano de la época, entre ellas, la Orquesta Ondas del Sinú (luego conocida como Sonora Cordobesa), dirigida por Juan Oviedo; la Orquesta A No. 1 de José Pianeta Pitalúa -por donde desfiló el maestro Lucho Bermúdez-; la Orquesta Danubio Azul junto a Pello Torres y Rufo Garrido; y Los Pelayeros de Pedro Laza, quien ya le había hecho seguimiento desde sus toques en la provincia cartagenera de Tesca, y lo puso a prueba en los estudios de Toño Fuentes cantando los temas “Carmen Elena” y “La totumita”. Con Laza interpretó exitos como “El chicharrón pelúo”, “La boquillera”, “La buchaca”, “Miramar”, “Avelina”, “Cayetano baila”, “La olla” y “La negra caliente”, además de hacer los coros en aquellas grabaciones que hiciera con ellos el puertorriqueño Daniel Santos. Después formó parte del Combo de Rufo Garrido donde siguió anotándose éxitos como “Catana”, “El queso”, “Panchito te coge el toro”, “No tengo la culpa”, “La carestía”, “Que toque Rufo”, “Falta la plata” y “Compadrito”. Algunos de estos éxitos fueron acogidos por otros artistas del panorama nacional como Moisés Angulo, y el gran Joe Arroyo, que en su momento lo invitó a cantar con él su propia versión de “Falta la plata”, a lo que Cresencio Camacho se negó por su temor a los aviones, pues el tema se iba a grabar en otra ciudad, así que el tema lo grabó el Joe a dúo con Víctor “Guachi” Meléndez. Participó y contribuyó en otras sociedades musicales como el Super Combo Curro, apadrinó musicalmente al maestro sincelejano Justo Almario, y siguió activo musicalmente con su agrupación “Los nuevos Pelayeros” que se movía entre Cartagena y Barranquilla. El maestro falleció a sus 96 años, había nacido el 14 de Septiembre de 1918, mismo día que el gran maestro cubano Israel López “Cachao”, cosa que expresó que le enorgullecía.

Cresencio Camacho Olivo

SEGUIMOS BATALLANDO EL SON.

ESCRITO: JHONNY VELÁSQUEZ REYES

EDICIÓN: ANGELINA MEDINA QUIROGA

SECCIÓN ORIGINAL DE HERENCIA RUMBERA RADIO

LIMA – PERÚ

DICIEMBRE 2020