1912
Nace Luis Eduardo Bermúdez Acosta “Lucho Bermúdez” en Cármen de Bolívar, Colombia. Esta fecha nos lleva a la memoria de uno de los más simbólicos y legendarios maestros de la música colombiana. Director, compositor, clarinetista y principal arquitecto de nuestro acervo musical que al establecer sus bases de operación en Bogotá y Medellín, llevó las raíces, los sabores, y la cultura colombiana a los salones de baile, a la alta alcurnia, vistiendo de frac nuestras cumbias y porros, convirtiéndolos en un producto de exportación a países como Argentina, Cuba y México, logrando así reconocimiento a nivel continental hasta convertirse en uno de los íconos inmortales de nuestra música. A los tres años queda huérfano de padre, así que su madre con la lucha de mantener a su familia lo deja en manos de la abuela doña Concepción Montes quien lo cría y descubre en el pequeño un talento innato para la música, estimulado por su tío José María Montes, director de la banda de su pueblo en la cual hizo Lucho sus primeros pinos. Vive en el Carmen de Bolivar hasta la edad de ocho cuando se traslada con su familia a la ciudad de Santa Marta en donde pertenece a la Banda Militar del Regimiento Córdoba, y a las bandas de Aracataca, Santa Cecilia y Santa Marta. Dominaba muchos instrumentos de viento, y su talento lo llevó a ser el director musical de la Orquesta A No. 1 del músico trombonista y compositor José Pianetta Pitalúa.
Para el año 1939 mientras dirigía la orquesta de la Emisora Fuentes, logra formar su Orquesta del Caribe cuya música fue el fruto de sus expediciones a los corregimientos y poblaciones para conocer su folclor y su acervo rítmico, y así adaptarlo a su formato orquestal. Los éxitos y su camino a la consagración lo lleva a la capital colombiana donde hace una temporada en el Night Club “El Metropolitan” en 1943, y tres años después realiza su primera salida internacional a Buenos Aires, Argentina conformando una gran orquesta de más de 20 músicos, entre ellos, Eugenio Nóbile, Eduardo Armani, y el cantante cartagenero Bob Toledo. El año siguiente presentó ante la sociedad colombiana su orquesta en el Hotel Granada, y después se radicó en Medellín, naciente meca musical colombiana donde su orquesta tuvo como fortín el Hotel Nutibara, el Club Campestre y la emisora La Voz de Antioquia. Para 1952 se da un viaje determinante a Cuba, por invitación extendida de parte del maestro Ernesto Lecuona donde grabó temas para la RCA Víctor, y batuteó las orquestas de Lecuona y la de Bebo Valdés.
Por estas épocas alternó su estancia entre Cuba y México donde grabó más de 80 producciones, hasta llegar a pisar suelo patriota en 1954 invitado para la inauguración de las emisiones de la televisión colombiana. Su fama se extendió mundialmente hasta ser un auténtico referente musical que compartiera escena junto a Pérez Prado, Benny Moré, Rafael De Paz, Billo Frómeta y muchos otros monumentales e icónicos maestros de la música latina. Bajo su rúbrica encontramos significativas obras como “Salsipuedes”, “Carmen de Bolivar”, “Tina”, “Caprichito”, “Kalamary”, “Mona linda”, “La gaita de las flores”, “San Fernando”, “Borrachera”, “Tus recuerdos”, “Te busco”, “Arroz con coco”, “Prende la vela”, “Linda caleñita”, “Diana María”, “Danza negra”, “Tolú”, “Coqueteando”, “Fiesta de negritos”, “Colombia Tierra Querida”, sólo por nombrar una parte de su legado de más de 1000 piezas musicales adaptables a más de 25 ritmos. Lucho tuvo tres uniones maritales, la primera con Ledda Montes con quien procreó a su primer hijo llamado Luis Eduardo Antonio; la segunda con la recordada Matilde Díaz con quien dio a luz a Gloria María, quien heredó la vena musical de su padre, lo mismo que Elba Patricia, su tercera hija fruto de la unión con Elba Gallo, de la cual también nació su hijo Luis Enrique. La vida del gran Lucho llegaba a su fin en Abril de 1994 en Bogotá, Colombia a la edad de 82 producto de complicaciones renales y cardiacas que arrastraba tiempo atrás. Esta partida ha sido una de las más sentidas a nivel nacional, pero, el año 2012 con motivo del centenario de su natalicio, fue declarado por el Ministerio de Cultura como “El año de Lucho Bermúdez” con el fin de rendir homenaje a su vida y a su obra a través de diferentes expresiones culturales en todo el territorio nacional. Entre las muchas condecoraciones y distinciones que adornaron sus anaqueles estan la “Órden Rafael Núñez” de la Gobernación de Bolivar, una Condecoración de la Presidencia de la República de Colombia mediante el gobierno de Belisario Betancur; una Órden Nacional al Mérito; y la declaración de la Alcaldía de Carmen de Bolivar para nombrar la Calle 23 de su municipio como “Avenida Lucho Bermúdez”.
1920
Nace Pablo “Payo” Alicea en Corozal, Puerto Rico. Percusionista, guitarrista, director musical y fundador de una de las instituciones de música latina más afamadas de la isla del encanto, embajadora del mambo, el cha cha cha, la guaracha, el son y la pachanga, nos referimos al Sexteto La Playa. Músico de formación autodidacta, debuta profesionalmente en la gran orquesta del maestro Rafael Muñoz Medina -recordada como la orquesta de los directores de orquesta- que ambientaba el exclusivo Escambron Beach Club. Después de egresar de la gran institución musical de don Rafael Muñoz, se establece en Estados Unidos donde encuentra asiento
en diferentes bandas de jazz como la de Paul Whitman con la que actuó en el afamado programa de la CBS titulado “The Greatest Band of America”. Allí se encontró con su eterna pareja, la vocalista Marie, quien lo acompañó durante esta travesía musical, y junto a ella y al guitarrista Francisco “Frank” Sánchez forma el sexteto en 1947, inicialmente como un cuarteto que tocaba en el famoso club China Doll (Antiguo Club La Conga), y convirtiéndose en un poderoso sexteto conformado por guitarras, trompetas, bajo y percusión.
Por las huestes gloriosas del sexteto pasaron vocalistas como Bobby Escoto, Gilberto Monroig, Willie Torres, Vitín Avilés, Rudy Calzado, “Chivirico” Dávila, Tito Rodríguez, Marcelino Guerra; las trompetas de Wally Fernez, “Chocolate” Armenteros, y Vitín Paz, la figura de Louie Ramírez (como percusionista y arreglista), la percusión de Jimmy La Vaca, el ya referido guitarrista Francisco “Frank” Sánchez, (Quien formaría despues a la agrupación hermana que denominó Sexteto La Plata), la segunda guitarra de Neftali Piñero, el bajista Claudino Torres, su hijo Paul Alicea “Papillon” en los timbales, y otros cuantos virtuosos de la música latina que allí desfilaron. Inolvidables giras agotando temporadas en importantes clubes de Puerto Rico y Nueva York, con más de 15 producciones discográficas en disqueras como Tico, Mardi Gras, United Artists y Musicor engrandecieron un legado y un formato musical que se convirtió en referente, sobre todo para muchas bandas del Caribe y de Venezuela. Éxitos como “Coco seco”, “Batakum”, “Bilongo”, “Mambo batiri”, “A bailar pachanga”, “Me voy pa Las Villas”, “Pachanga con La Playa”, “Ni tilingo ni titingo”, “Goza mi pachanga”, “Buena suerte”, “Mueve la cadera”, “Salta perico”, “Hong Kong mambo”, “Papas fritas” entre otros, vibrarán por siempre en el pentagrama. La vida del gran “Payo” Alicea llegaba a su fin a la edad de 75.
1976
Fallece Homero Divaldo Jiménez López en Ciudad del Río, Texas, USA. Guitarrista, bajista y cantautor cubano, quien se crió en la Calle Santa Bárbara de su ciudad natal Sancti Spiritus. Realizó sus primeras incursiones musicales en la Marina Nacional hacia el año 1936 donde integró el Septeto 4 de Septiembre. Por esta época irrumpe fuertemente en el mundo de la composición cuando el Cuarteto Caney le graba sus boleros “Cariño de madre” y “Entre lirios y claveles” hacia 1939. Cinco años después en La Habana junto al santiaguero Juanito Blez y el cardenense Rolando Hernández fundan el Trío Camagüey, realizando apariciones en la radio cubana, para las emisoras CMQ, COCO y Radio Lavín. Posteriormente en calidad de guitarrista y voz segunda se une al Conjunto Niágara, con quien viaja a México y allí se establece. Recordamos su arreglo de “La bamba en Cuba” y “Que no se acabe el bongó” con dicho conjunto. En tierra azteca llegó a engrosar la legión de músicos cubanos que llegaron por este tiempo, al lado de nombres como Cheo Marquetti, Alberto Aroche, Humberto Cané y Silvestre Méndez. Cuando este último llegó a México, casualmente se encontraron por las calles de Ayuntamiento, lugar cercano a las radiodifusoras XEW, XEQ y XEB. Allí confluyeron con Kiko Mendive y posteriormente llegan al salón de baile Smyrna, donde Kiko lo presentó como el autor de una de sus más recordadas piezas: “El telefonito”.
Homero hizo parte de otras prestantes agrupaciones musicales en el pentagrama afroantillano azteca, por ejemplo, hizo parte del conjunto Los Diablos del Trópico de Galo Almazán, aunque en algunos discos aparecían como Conjunto de Homero Jiménez. De esta aventura se desprenden éxitos como “Despacito”, “Arrímate cariñito”, “Ya son las doce”, “Rumba morumba”, “Ya son las doce”, “El llaverito de moda” y “Casco de mulo”. Con la Orquesta de Memo Salamanca grabó haciendo coros junto a Lalo Montané en temas como “Serenata guajira”; “Bailando apretaíto”, “Vaivén de mambo”, “La muerte”, entre otros. Realizó grabaciones junto al Conjunto Sensación y con la Orquesta de Pérez Prado, donde también estuvo en sección de coros con Montané y con la entonces creciente figura de Luis Ángel Silva Nava, el popular “Melón”, acompañando la voz del Beny Moré. En su lista de composiciones pasada por boleros, rumbas y guarachas, encontramos títulos como “Mi domingo mayoral”, “Tu vida y la mía”, “Vacilando suave”, “Que no se acabe el bongo”, “Estoy acabando”, “Por El Prado”, “Dulce Conga”, “Para gozar la rumba”, “Los cocos secos”, “Rumba Nueva”, “Túmbame con un besito”, “Cariño de madre”, “Mi negrita rumbera”, y “Cuéntame algo”. Homero vivió 60 años.
Fuente: Roberto García (Musicuba)
1993
Fallece Olga Rivero en Ciudad de México. Afamada cantante habanera que triunfó en México. En el albor de su carrera para los años cuarenta, sale a la palestra junto a Chea Lozano formando el Dúo Olga y Chea, ambas acompañadas del gran pianista y compositor Bobby Collazo. Prueba fortuna en el famoso programa La Corte Suprema del Arte con gran suceso, y es llevada a la Radioemisora CMQ como bolerista. A continuación pasó por Radio Progreso y realizó un gran número de grabaciones acompañada de otras grandes figuras del firmamento cubano como Enriqueta Almanza, Lucy Fabery, Pepe Reyes, las Hermanas Lago y Everardo Ordaz.
Estuvo acompañada por la Orquesta de la CMQ, la orquesta del maestro Julio Gutiérrez, la de Alfredo Brito, la de “El niño” Rivera, el Conjunto de Orlando de La Rosa, el Conjunto Caribe, entre otras. De su prolífico repertorio rescatamos interpretaciones como “No vayas a pensar”, “Vieja luna”, “Lejanía”, “Si te dicen” y “La última noche” de Orlando de la Rosa; “Cariñosamente” de Armando Orefiche; “Mi reto” y “Mi última palabra” de Jack Sagué; “No se puede querer” y “Cosas del alma” de Pepe Delgado; “Un solo corazón” de Armando Beltrán; “Como yo jamás” de Isolina Carrillo; “Lástima de tí” de Francisco Cuesta, “Diferencia” de Jorge González Allué; “Ya no me acuerdo” de Mario Fernández Porta; “Dime algo”, “Te recuerdo hoy”, “Siempre igual”, “Luna sobre y “Viviré para amarte” de Julio Gutiérrez; y “Mi mejor canción” de José Antonio Méndez. Radicó en México desde los años cincuenta donde paseó su talento por los grandes escenarios y la era dorada del cine azteca.
2016
Fallece Miguel Ángel Rasalps Valdés “Lelé” en La Habana, Cuba. Vocalista. Pionero de los nuevos sonidos de la timba, como integrante de la escuela musical de Elio Revé, y como miembro fundador de otras agrupaciones timberas como Los Reyes ’73 y Los Van Van de Cuba. Descendiente de una familia de músicos, su madre era cantante, algo igual que sus tíos. Con ellos y en el ambiente familiar, Miguel se vuelve músico autodidacta a muy temprana edad. Antes de cumplir los 20 años, ya Ángel, cantaba en grupos locales, fiestas privadas y presentaciones en público.
Profesionalmente, se inició como cantante del grupo de rock Los Fantásticos con Toto Ortega, Álvaro Insua, Tony Lazcano, Ángel Orille, y Luis Adolfo en 1962. Luego, pasó a formar parte del Cuarteto Los Primos. Para 1968, ingreso a la orquesta de Elio Revé, y estando allí, conoció a quien fuera uno de sus principales amigos de toda la vida, Juan Formell, que para ese entonces, era el bajista de la orquesta. La orquesta de Elio Revé tenía un estilo muy típico, armoniosamente muy cubano, cuestión que quisieron revolucionar tanto Formell como Lelé. Constantemente existían desacuerdos entre Revé, Formell y Lelé, motivo que llevó esto a una inminente separación. Con ellos, se una parte de los músicos de la orquesta y formaron un proyecto nuevo. Luego de un tiempo de ensayos y nuevas adiciones al grupo, debutaron el 04 de Diciembre de 1969 bajo el nombre de Los Van Van. De manera inmediata se convirtieron en un grupo sumamente popular, consiguiendo ser enviados por la Secretaría de Cultara de Cuba, a los Festivales de 1970 de Japón, Francia, España y la Unión Soviética. Al siguiente año, Lele, se trasladó a la ciudad de Las Villas con su esposa, con motivo del nacimiento de su hijo, separándose momentáneamente de la orquesta. Retoma la actividad musical dos años después, formando parte de la banda Los Reyes ’73. Se comenta que Lelé, con este grupo, generaron un ritmo mezclado entre el Rock, el Son y la Rumba, lo que hoy se conoce como el género Timba. La agrupación alcanzó un rotundo éxito en toda Cuba en esa
década, pero quedó disuelta en el año 1980 con la partida de muchos cubanos en el éxodo de El Mariel. Con la desintegración del grupo, Lele vuelve a unirse a Los Van Van hasta finales de 1981, separándose esta vez por cuestiones de salud. A mediados del siguiente año, regresa como director del Grupo Jibacoa, colocándolos en el gusto popular desde su llegada hasta su salida en el año 1987. En 1988 cesa su actividad musical y recibe de parte del departamento de Cultura Nacional una pensión de ocho dolares al mes. A principios de 1998, emigró de Cuba, radicandose en Chile y donde formó un grupo bajo el nombre de Lelé En Chile. Tiempo después regresó a Cuba donde fallece en Enero de 2016 a sus 71 años. Ahora la posta la tiene su hijo, Abdel Rasalps quien continúa exponiendo el legado de su padre llevando el ritmo a buen rumbo. Un año después de esa fatídica noticia nos sorprendía el fallecimiento de Mayito “El flaco” otro recordado vocalista de “El tren de la Alegría”.
Fuentes:
– Roberto García (Musicuba). Disponible en https://musicubamyblo.blogspot.com/2016/03/musicos-cantantes-y-compositores.html
SEGUIMOS BATALLANDO EL SON.
UN DÍA COMO HOY
Escrito: Jhonny Velásquez Reyes
Edición: Angelina Medina Quiroga
Sección Original de Herencia Rumbera Radio
Lima – Perú
Enero 2021